¿En qué van los procesos de los edificios ‘enfermos’ en Medellín?
Agosto 11 de 2021Esto dice el gremio
¿Tiembla el sector constructor, ingenieril y arquitectónico con estos casos de edificios ‘enfermos’ en los últimos años? Desde la Sociedad de Arquitectos e Ingenieros (SAI) aseguran que hay una afectación a nivel reputacional, pero no solo en Antioquia, sino en todo el país.
“Si logramos tener un control de calidad en el interior de las oficinas, todo lo que de allí salga tiene que estar bien hecho, desde el punto de vista del diseño arquitectónico, el diseño urbanístico e ingenieril (estructural, eléctrico, biosanitario, de suelos)”, cuenta Martín Alonso Pérez, arquitecto de la SAI, quien asegura que no se debieron cometer esos errores constructivos, que son principios básicos del buen ejercicio de la profesión.
Prosiguió el experto, indicando que desde la entidad han encontrado una cadena de errores sobre control de calidad y rigor. Se busca que en el futuro no se dejen pasar anomalías y se hagan alertas pertinentes de sobre lo que se ha radicado y no cumple lo que la ley exige.
El ingeniero Enrique Posada, presidente de la SAI, por su parte, también reconoce que se están creando problemas de reputación ante estas dificultades. Asegura, que han detectado problemas de complejidad, de tiempos estrechos, de presupuesto, de exceso de confianza, de falta de rigor, cadena de errores con elementos que desatan dicha cadena de errores.
“Hay que establecer un sistema de mando o control integrado de que todos los procesos se revisen más de una vez y utilizando diferentes métodos de evaluación. Un sistema que tenga controles internos. Estas situaciones se dan por un problema de crecimiento, nuestras urbes están creciendo a una altísima velocidad, lo que representa dificultades”, dice el experto.
Y agrega: “Nosotros podemos enseñar principios de rigor, de no tener excesos de confianza, de trabajar en equipo, de verificación, de cumplir la normativa para que estos problemas no sean una sintomatología continua y parar con estas malas prácticas”
Fuente: El Tiempo